Galería With Legs Yemanja
Salvador de Bahía, Brasil 2017
® Garry Waller
Bahía fue mi tercer taller con Ernesto, que vino cuatro años después de mi último curso juntos, y esto fue igualmente impresionante. Junto al grupo formado por mí y otros cuatro estudiantes, pasamos momentos increíbles durante el viaje, explorando, disparando fotos, criticando nuestras fotografías, aprendiendo y riéndonos mientras seguíamos en nuestro viaje!. Y Ernesto, como de costumbre, fue implacable en su pasión por enseñar y animar a sus estudiantes a crecer creativamente como fotógrafos. El punto culminante del viaje fue la hermosa ciudad colonial de Cachoeira, donde estuvimos cinco noches. A partir de ahí nos aventurábamos en las áreas rurales cercanas todos los días, explorando muchas oportunidades para tomar fotografías y conocer a gente amable en el camino.
Terminé el taller renovado y agradecido de haber compartido una experiencia similar e inspirado por la energía y la pasión de Ernesto por el arte de capturar imágenes atractivas, y disfruté mucho este viaje! Garry Waller
® Joan Lederer
Después de comprobar el estado de mi cuenta bancaria y asegurándome que mi novio estaba dispuesto a hacerse cargo de la casa durante dos semanas, me inscribí al taller de Ernesto Bazán en Bahía. Ya había estado en un taller con Ernesto de cinco días en Nueva York hace seis meses. Me inscribí con emoción y temor. Sabía que Ernesto iba a transmitir una increíble cantidad de energía mirando las fotos de los estudiantes y que su retroalimentación siempre ha sido una fuente de crecimiento.
El taller fue mucho más de lo que me hubiera podido imaginar. Durante la última década Ernesto ha construido lazos con algunas familias y algunos lugares en Bahía. Él ha compartido generosamente con nosotros su relación con estas personas muy valientes y abiertas, que a menudo tienen muy poco, pero tienen el corazón caliente. Visitamos un edificio abandonado en Salvador que albergaba a varias familias que nos recibieron y nos dieron la oportunidad de fotografiarles permitiéndonos ver la pobreza en Salvador. Visitamos un cultivador de tabaco de ochenta y cinco años que preparó los puros para todos nosotros (un arte en vía de extinción). Vimos festivales religiosos que mezclan el cristianismo con la mayoría de las religiones africanas antiguas. Compartimos la comida y experiencias con la gente de Bahía y sacamos fotos. La gracia y la voluntad de permitirnos de fotografiar a esta gente era un reflejo de la capacidad de Ernesto de establecer relaciones humanas y el reflejo de estas mismas personas que logramos ver en su generosidad y gracia.
Regresé del taller sintiendo que mi forma de fotografiar había crecido enormemente y realmente había viajado a un lugar desconocido que ahora empiezo a conocer un poco mejor. Ernesto gracias por permitirnos esta experiencia. Joan Lederer
® Milton Zambrana
¿Cómo puedo describir adecuadamente estas emociones intensas?, ¿Qué puedo decir para permitir que otros entiendan lo que se puede sentir durante 10 días? No hay manera de describirlo con palabras…. Este fue mi segundo viaje con Ernesto y estoy siempre agradecido no sólo por la oportunidad de hacer lo que amo hacer, sino también para compartir su vida conmigo. Bahía es un lugar verdaderamente mágico que voy a llevar conmigo… un lugar profundo. Recuerdos a los cuales continuaré regresando durante los momentos de reflexión y de fotografías, y que van a vivir durante mucho tiempo conmigo.
Echaré de menos los colores de nuestros días, los baches en el camino de tierra hacia el Quilombo, las nuevas amistades, Yemanjá, las jaulas de pájaros, Robinho y sus caipiriñas, y el puente de Cachoeira que tiene la capacidad de transportarte a otro mundo … en el que vale la pena volver una y otra vez. Milton Zambrana
® Monica Jimenez
Mientras volaba sobre la costa brasileña, mi mente retomaba muchos momentos especiales.
Los talleres de Ernesto son siempre una lección de humanidad para mí. La generosidad de las personas que conocemos, la cálida bienvenida, las situaciones mágicas que se desarrollan de manera repentina e inesperada… y todo lo que este pueblo, que tienen tan poco, tiene que compartir con nosotros, me dan ganas de volver atrás en el tiempo. En estos años cuando mis hijos eran pequeños y los estaba criando de forma mucho más sencilla … recogiendo frutos de los árboles que cubrían el suelo que le permitía crecer, de lavarse el pelo en el río, a menudo comiendo pescado muy fresco y disfrutando del simple placer de mecerse en una hamaca o de caminar en el bosque con la familia y unos amigos.
Haber sido capaz de haber vivido y fotografiado estos momentos espontáneos fue un regalo de valor incalculable.
Gracias Sissy, Garry, Tamar, Joan y Milton por todo lo que hemos compartido. Mi familia Bazán sigue creciendo.
Ernesto, gracias una vez más. Espero que tu hermosa energía permanezca conmigo hasta que nos encontremos de nuevo…. Mónica Jiménez
® Tamar Granovsky
Este viaje a Brasil me ha abierto los ojos a diferentes niveles. Sentí que estaba caminando en una cuerda delgada tanto en los lugares que visitábamos como en mi trabajo. En cuanto a Brasil, me tomé conciencia de que detrás del mito de la Bahía mágica y espiritual, hay un mundo muy difícil y, a veces, muy duro, de gente pobre, de sin tierra y/o de sin hogar que todavía sufren pero que, sin embargo, están decididos a superar los obstáculos. Ellos luchan diariamente para sobrevivir, y no siempre tienen éxito. En cuanto a mi trabajo me he dado cuenta de que tengo que sentir bien dentro de mí misma y hacer lo que es correcto para mí. Es algo que sé bien, pero no siempre puedo recordarlo o actuar como debería.
Gracias a Bazán, Garry, Joan, Mónica e Milton para todo. Tamar Granovsky