Medio Kilo de Desmadre Mexicano
Oaxaca, México 2017
Este increíble taller que afirmó la importancia de la vida ha terminado y me siento asombrado por la profunda espiritualidad que ha impregnado a todo el grupo desde el principio y en todo el tiempo que hemos compartido.
Nunca antes nos habíamos sentido tan vulnerables, tan abiertos, tan dispuestos a ayudarnos y apoyarnos entre todos los miembros del grupo. Pero no nos sentimos tan cerca solo a nivel fotográfico, nos sentimos muy proximos como seres humanos gracias a la vida que, usando la excusa de mi taller Día de Muertos en Oaxaca, nos unió a todos. La empatía profunda, las grandes lecciones de aprendizaje que cada uno de nosotros recibimos no hubieran sido posibles si solo hubiera sido un taller fotográfico.
Junto con Lei, Judith, Patty, Mónica, Morton, Lorenzo, Juan, Giorgio y Xan hemos hecho posible lo imposible.
Como me gusta decir, después del milagro de sus lindas imágenes, las palabras escritas con el corazón, que cada uno de ellos se ha tomado el tiempo de escribir, son una verdadera bendición en mi vida.
Muchas lecciones de aprendizaje han sido absorbidas, incluidas las de nuestro “chico” de 81 años, Morton, quien nos enseñó a todos que la vida necesita ser vivida al tope en cada segundo que se nos concede. Ser capaz de superar la tristeza, la depresión, las dificultades, incluso la muerte es lo que Morton nos enseñó con palabras muy simples.
Las muchas preguntas que nos hizo Lei, las largas y estimulantes sesiones de edición, el tiempo pasado con la gente del lugar en los cementerios, los largos viajes en automóvil, las muchas experiencias con el mezcal, el viaje con los hongos fueron solo algunos de los puntos destacados de este taller que nunca será olvidado! L’chaim! Para la vida! EB
