Galería Fieles Difuntos
Oaxaca, México 2008
® Alessandro Mattioni
Nunca imaginé que en un lapso tan breve como fueron los diez días que pasé en Oaxaca con Ernesto y el grupo haya cambiado tanto mi visión en la fotografía.La pasión y la generosidad de nuestro maestro hicieron el milagro de formar un grupo fantástico, solidario y además divertido. Cuando me inscribí al taller de Oaxaca, hace algunos meses atrás, no conocía personalmente Ernesto; había mirado algunas obras suyas en el web e ignoraba totalmente su fama. Me atrajo su visión fotográfica, que se filtra como una dirección cinematográfica escondida, en las imágenes de talleres pasados publicados en la galería estudiantil. Al llegar a Oaxaca, se siente uno atrapado por la ansiedad y el deseo de empezar a ver con nuevos ojos, con una nueva alma; pero como hacerlo, desde donde empezar? Después está la dura y justamente despiadada revisión del portafolio. Sigue la frustración de los primeros rollos, inútiles. El ojo y sobretodo el corazón debe tomar control empezando a ver y a “sentir” el momento a retratar. Reflexiono sin cesar sobre las palabras de aliento y las recomendaciones de Ernesto, tratando de ponerlas en práctica. Lentamente algo se enciende en la oscuridad, y finalmente los resultados no tienen ni comparación con las imágenes anteriores a esta experiencia. Nos sumergimos en los desfiles de las comparsas enmascaradas, siguiendo las danzas a través de las calles hasta llegar al cementerio.Nos adentramos en los mercados populares, ricos de vida y color; pasamos la noche a la luz de miles de velas, en un panteón mágico, conversando con las familias, compartiendo mezcal. Más allá de la fotografía, el taller ha sido una intensa e inolvidable experiencia. Una inmersión dentro de una cultura rica, abierta y hospitalaria que nos acogió permitiéndonos retratar varios momentos significativos. Esta profunda experiencia humana y fotográfica, que para mí marca un antes y después entre mi actividad fotográfica anterior y la actual, se realizó también gracias al excelente trabajo de cooperación mutua entre los estudiantes y Ernesto. ¡Gracias a todos!?¡Saludos para Juan también! Alessandro Mattioni
® Fernando Pulleiro
Nunca hubiera imaginado que en un lapso de tiempo tan breve, como fueron estos diez días que transcurrí con Ernesto y con el grupo en Oaxaca, hubiera podido cambiar tanto mi visión fotográfica. La pasión y la generosidad de nuestro maestro lograron el milagro de formar un grupo fantástico, solidario y hasta divertido. La visión única que Ernesto tiene de la vida, se ve en todo su esplendor cuando enseña, corrige, estimula y motiva sus alumnos. De su talento… no es necesario hablar, sus fotos hablan por él. Gracias por todo maestro Ernesto y espero encontrarte nuevamente en la vida. Fernando Pulleiro
® Judy Babinski
Ernesto una vez más mucha gracias por otro maravilloso taller de los Días de los Muertos. Todo nosotros tuvimos que ofrecer sacrificio a la Diosa de la Fotografía por su generosidad hacia nosotros. Y también gracias a Alessandro, Fernando, Keith y Juan mis compañeros de viaje. Me gustaron mucho sus fotos y su compañía. Judy Babinski
® Kieth Prue
Después de cuatro talleres llevados con Ernesto, empecé a dudar de mi participación en un quinto taller. Desde el principio pude reconocer en mi corazón el porqué había regresado a Oaxaca. No solamente me enamoré de la gente de una manera que nunca había sentido antes, también estuvo presente la pasión y la conexión de mi trabajo y mi amor hacia Ernesto — su vitalidad y su conciencia de la belleza y de la preciosidad de la vida es muy conmovedora — me hicieron llorar en más de una ocasión. Creo que mi trabajo ha llegado a un nuevo nivel de consistencia y mi mirada tiene una frescura sin precedentes — y por este motivo le doy la gracias a Ernesto desde el único lugar que conozco: mi corazón. Quiero también agradecerle a mis compañeros de viaje, sin los cuales éste no hubiera sido tan mágico. Keith Prue