Dalí
Oaxaca, México 2019
La lluvia constante que tuvimos durante cuatro días consecutivos determinó el ritmo de este taller tan especial que he enseñado durante los últimos dieciocho años.
Por primera vez una madre, Patricia, acompañó a su joven hija Ximena.
Ambas se mezclaron perfectamente con el resto de este maravilloso grupo Dalí (buenos días en mazateco) con Linda, Patty, Paulina, David, Gary y Oscar.
Todos los días enfrentamos valientemente las condiciones climáticas adversas y salimos en busca de momentos especiales.
A medida que pasaban los días, comenzamos a sentir esa sensación de unidad y camaradería que Paulina ha evocado en sus comentarios: “En México, usted y todo el grupo Dalí me mostraron cuáles son las cosas más importantes en la vida: respeto, cuidado mutuo entre todos, ayudando, dar sin esperar algo a cambio. “¡Qué importante es una simple sonrisa, una buena palabra! ¡Gracias por todo esto!.”
Este vínculo especial entre todos fue lo que marcó la diferencia y nos dio los momentos inolvidables que compartimos y las imágenes llenas de esa quintaesencia que tomó cada uno de mis alumnos.
Solo puedo agregar que, junto con todos mis alumnos, continuamos siguiendo este camino especial que se desespliega lentamente en cada taller. ¡Mi corazón y mi alma sonríen! EB