Reecountering Pepe
Iquitos, Perú 2012
Nuevamente en Iquitos con un pequeño y fiel contingente de estudiantes. Regresamos por la misma, vieja razón de siempre: nuestra insaciable pasión por la vida.
Willard esta siguiendo otro taller. Perdí la cuenta: no se si éste seria su vigésimo-quinto u su vigésimo-sexto. Linda Kay ya se acerca a su décimo y Nilo, italiano, está en su primero.
La barrera lingüística (Nilo no conoce el inglés) no nos detiene de amenas conversaciones sobre la fotografía y sobre la vida.
Miramos atentamente todas las imágenes de Willard sobre los animales y continuamos a editarlas.
Adoro escuchar las opiniones de Nilo y Linda Kay y, naturalmente, también las de Willard. Algunas imágenes nos saludan por última vez; otras resisten firmemente en la esperanza que pronto serán parte de su libro With Animals, este inesperado viaje, personal y punzante, comenzado hace 11 años y que continua. Miro estas imágenes de animales y de seres humanos y siento que son una meditación sobre la existencia de gente desconocida y también de cada uno de nosotros que las miran. Y es exactamente éste que las hace especiales: son un doloroso recuerdo sobre el fluir inexorable del tiempo.
La cruda realidad de la cotidianidad de Iquitos nos devora. Nos dejamos tragar. Como siempre, regresamos a los viejos lugares por otro intento, otro desafío de simplificar y de enfatizar a la vez algunos momentos a los cuales nos sentimos atraídos.
Ayudo Nilo a superar el shock inicial en un lugar como Iquitos. Le sugiero de dejar atrás su carga personal de prejuicios y estereotipos. Es él único disparando digitalmente y siente toda la responsabilidad considerando que cada mañana miraremos sus fotografías. Pero con el pasar del tiempo sus frustraciones comienzan a disiparse dándose cuenta de la importancia que tiene para cada uno de nosotros mirar sus fotos y aprender mirándolas.
Desde las iniciales fotos descriptivas Nilo comienza a sintonizarse. Empiezan a llegar sus primeras buenas fotos. Todos juntos las apreciamos y las gozamos.
Regresamos al hogar protegido de los animales de la selva secuestrados a los cazadores ilegales donde, donde hace unos años, había fotografiado, y por mi gran sorpresa encuentro nuevamente el mono Pepe que había dado el nombre al grupo y que lo volverá a dar también a éste. Como siempre cuando nos ves comienza a brincar sobre la cabeza de todos con su manera juguetona. Willard (éste lo descubriremos un mes después) logra sacar una linda foto de Pepe con su larga cola envuelta en la cabeza de nuestro chofer que sonríe divertido. Después Pepe brinca sobre la mía y Willard nos inmortaliza antes que yo intente hacer un autorretrato con Pepe colgando de mi cabeza, subiendo mis brazos y apuntando la cámara hacías los dos.
Al final del taller Nilo está bastante contento. Ha logrado capturar algunos momentos especiales. Pienso en la imagen de la mujer en primer plano que está amamantando su bebé mientras una niña sentada sobre una hamaca lo mira y otra mujer sentada en un sillón mira hacía afuera de la foto por la derecha; o aquella del borracho totalmente chupado tirado sobre un respaldo de madera mientras dos perros entran dentro del encuadre de dos direcciones opuestas.
Willard, cuyas hojas de contacto recibiré un mes después, logró sacar unas fotos de muy alto nivel que se irán a sumar a las otras como la de los monos sobre los ramos de un árbol y en el medio un gato blanco inmaculado aferrado a un en el centro de la imagen; o aquella de una niña que juega con su perro.
También Linda Kay logró profundizar más su trabajo aquí en Iquitos. No veo la hora de poderlas poner en la galería y compartirlas con todos ustedes.
Si tendré un poco de suerte, quizá yo también tendré algunas fotos. EB
