Galería Sorpresa
Salvador de Bahía, Brasil 2017
® Juan Pablo Ampudia
Los talleres de Ernesto siempre están llenos de energía muy especial y este taller en Bahía no fue la excepción, un pequeño grupo con una sinergia extraordinaria que me permitió conocer a Ernesto más de cerca junto con nuestros sujetos. Tres fotógrafos en sintonía con una cultura increíble y la gente que nos ha abierto la puerta de sus vidas sin esperar nada a cambio. Momentos mágicos e invaluables entre discursos, fotos y experiencias que, como siempre, me hacen crecer como ser humano y como fotógrafo. Fue un viaje catártico en el que tuve la oportunidad de revisar un proyecto muy personal e importante para mí, un viaje en el que entendí muchas cosas y eso me ayudó a perdonar y amar. Ya no puedo esperar para volver a Bahía y seguir admirando su hospitalidad y humildad, y por supuesto seguir aprendiendo de Ernesto y su increíble red de talentosos estudiantes. Juan Pablo Ampudia
® Robert Musial
Podría decir que Salvador de Bahía fue mi enésimo taller fotográfico que tuve la oportunidad de compartir con Ernesto después de nuestras reuniones en Oporto en Portugal, y luego en la Amazonía peruana (Iquitos y Pebas), y luego en Nápoles. Somos buenos amigos que sabemos qué esperar el uno del otro, aunque, a veces, nos encontramos en situaciones inesperadas. La personalidad del Maestro atrae a personas, eventos e historias simples que se transforman en situaciones extraordinarias, inspirando profundamente a los participantes del taller y haciendo que siempre nos encontremos en circunstancias más allá de lo normal. Fue así una vez más en Bahia. Comenzamos nadando juntos en el mar por la mañana y después de un inusual y largo viaje en carro en las celebraciones de Yemanja, siempre hemos estado influenciados por unos desafíos extremadamente estimulantes. La personalidad de Ernesto nos ha revelado historias que solamente unos pocos pueden asistir, y aún menos captar.
No fue solo otra aventura fotográfica, sino, sobre todo, una oportunidad de vivir experiencias espirituales en compañía de personas totalmente reales en lo que hacen y en la forma en que viven. Esto es lo que siento por Ernesto y sus talleres. “
Ernesto, muchas gracias. Robert Musial