It Ain´t Sunshine Without You
Salvador de Bahia, Brasil 2016
Esta mañana hace mucho frío afuera, pero mi corazón está caliente. Estoy felizmente en mi casa después de Bahía y estoy bebiendo un buen café italiano mientras que veo, una vez más, todos mis hojas de contacto de los rollos tirados en Bahía, en 2015. Me siento sorprendido de encontrar imágenes totalmente desapercibidas hace tan sólo unos meses. Puede ser que haber estado allí recientemente me está ayudando a revisarlas con mayor atención? Los dos talleres fueron mágicos, muchas epifanías se desplegaron delante de nuestros ojos.
Una vez más, mi primer taller del año comenzó con un solo estudiante. En lugar de cancelarlo, fuí, como siempre, para recibir al suertudo: Calvin Chen.
Después de haber impartido diversos cursos con sólo un fotógrafo y después de haber observado cuidadosamente las imágenes que en cada taller ambos tiramos, se hace evidente que estas imágenes pueden ser creadas sólo cuando uno se compromete de corazón y alma con la fotografía y va a lugares donde nadie va, impulsado sólo por la energía espiritual que lleva por dentro.
Pasó exactamente eso en la maravillosa experiencia compartida con mi amigo Calvin. Esta vez fue él el elegido para que me acompañara en esta tierra y con estas personas que por años he ido retratando y apreciando lentamente.
Además de la interacción con “mis” familias mientras los fotografiábamos, comimos rica comida, y con frecuencia Calvin y yo nos abrazamos. Nos hubiera gustado que nuestra querida amiga Sandra hubiera estado allí con nosotros, pero volveremos a verla pronto, en mayo, en Perú!
A pesar que Calvin me daba las gracias todos los días por la experiencia única que estaba viviendo, el agradecimiento fue mutuo por las maravillosas oportunidades que la vida nos brindó a lo largo de todos los días. Si me preguntaran cuales, contestaría simplemente recordando nuestro agradecimiento por la magia de cada momento que compartimos, incluyendo el espléndido trabajo cotidiano de edición de las fotos de los dos. Todos los días Calvin me mostraba las fotos que había tomado, de las cuales seleccionábamos algunas imágenes únicas y poéticas, y les puedo asegurar que tiene algunas muy especiales. Todos los días también compartíamos imágenes de varios proyectos fotográficos con los cuáles estoy trabajando desde hace años. En el curso anterior Calvin casi siempre se había quedado callado y dejaba que los otros estudiantes hablaran, pero esta vez no tuvo otra opción! Me sorprendí mucho de cómo sus ojos se abrieron tanto en la fase de la toma como durante las sesiones de edición. Y es casi sobrenatural ver lo mucho que Calvin me ayudó a eliminar imágenes sin que yo ofreciera resistencia alguna, salvo en unas pocas excepciones. Ahahah! Estuvimos de acuerdo en casi todo y es un placer ver cómo cada proyecto se hizo más fuerte gracias a sus consejos.
Recientemente, he hablado de la fuerte presencia espiritual en los talleres que tengo la suerte de enseñar. Este fue el caso del primer taller en 2016 y sé que esta energía continuará creciendo mientras que mi fe se hace aun más profunda. Algunos de ustedes pueden pensar que soy un loco para impartir talleres con un solo estudiante. ¡Pero les puedo asegurar que todo lo que no se gana en términos estrictamente monetarios se compensa con la experiencia increíble que comparto, donde tomar fotografías íntimas y hermosas se convierte casi en algo secundario!
¡En la vida, cuando más das más recibes! Es mágico y es así!
¡Tan feliz de haber estado en Chapada solo contigo Calvin! EB