Galería Jemanja Bahia

Salvador de Bahía, Brasil 2013

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® Chip Swett

 

Este taller ha sido mi primero con Ernesto. En realidad, fue mi primer taller en absoluto. Me considero un diletante que aprecia la buena fotografía pero seguramente no un fotógrafo profesional. Mi objetivo durante el workshop fue de intentar elevar mis capacidades fotográficas al nivel siguiente. Ernesto me aseguró que aunque fuese un principiante iba a aprender mucho y que no me iba a quedar rezagado del resto del grupo.

Cuando mi esposa Connie y yo llegamos  a Salvador no teníamos la menor idea de que esperarnos. Estábamos un poco aprensivos imaginando Ernesto como un maestro muy severo y que el resto del grupo iba a ser súper critico. Después de algunas horas el primer día del taller nos dimos cuenta que todo era totalmente diferente y que íbamos a aprender una nueva manera de mirar las fotografías. Ernesto es una persona deliciosa que nos hizo sentir inmediatamente bien criticando nuestras fotografías sin necesariamente hacernos llorar. El resto del grupo era amable y pronto nos hicimos amigos con un objetivo común: crecer fotográficamente. La mayoría de los estudiantes ya habían seguido talleres con Ernesto y estaban a un nivel elevado. Aprendimos mucho también escuchando sus consejos.

Ernesto nos llevó en diversas situaciones estimulantes donde abundaban las oportunidades fotográficas en donde quiera que dirigíamos nuestra mirada. Muchos de estos lugares son aparentemente peligrosos pero con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que estábamos siempre bienvenidos. La extraordinaria gente de Bahía fue muy indulgente cuando encontraban nuestros lentes apuntados sobre ellos.

La cosa más importante que aprendí en este taller ha sido como “ver”. En el pasado estaba acostumbrado a caminar en un ambiente complejo fotografiando la escena entera sin mirar los detalles que las componen. Si sacaba fotos siempre me mantenía a una distancia prudente y utilizaba un zoom para evitar de acercarme demasiado. Fue claro casi en seguida que esta manera de trabajar tenía que ser eliminada. Me encontraba caminando más lentamente y a prestar más atención a todo lo que me rodeaba. Debía abstenerme de sacar fotos bonitas pero sin magia, sin aquel misterio, y sin algo especial que se fuera más allá del ordinario. También aprendí que hasta cuando me encuentro delante de un momento especial muy a menudo los elementos secundarios no permiten que la foto se completara. También es muy importante sacar fotos desde el ángulo correcto y evitar que los sujetos te miren de manera demasiado consciente. Pero con la amable guia de Ernesto y del grupo, estos elementos de distracción se hacían menos frecuentes y, poco a poco, empezaron a aparecer fotos mucho más interesantes. Obviamente quedó siempre claro que fotografías  extraordinarias no acontecen muy frecuentemente pero es posible captarlas una vez que aprendas a “ver”.
¿Logré mi objetivo? En lo absoluto. Mi manera de sacar fotos mejoró muchísimo. Y hasta aún más importante, comencé a ver el mundo con nuevos ojos.

Chip Swett

 



 

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® Connie Swett

 

Haber tenido la oportunidad de conoceré Bahía a través de los ojos de Ernesto ha sido una experiencia maravillosa. Capturar momentos, aislar imágenes, encontrar el ángulo correcto eran cosas a las cuales no había prestado mucha atención en el pasado. Durante la edición diaria, lentamente  empecé aprender una nueva manera de ver y sentir mis sujetos. Siendo este taller mi primero, estaba totalmente consciente que iba a aprender mucho y inicialmente me sentí un poco intimidada de estar en el grupo y también por la reputación de Ernesto como fotógrafo talentoso y experto. A pesar de esto, desde el primer día el grupo nos dio un gran soporte y Ernesto nos guió con sus criticas constructivas y útiles instrucciones.
Se que desde ahora sacaré un mayor numero de fotografías interesantes y miraré el mundo a través de mi lente con mayor pasión. Escucho la voz de Ernesto que me recuerda de mirar y sentir la belleza de la vida que nos rodea.

Connie Sweet

 



 

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® Dani Padró

 

Para mí Bahía era lejano, un pequeño y gran desconocido lugar. Durante diez días Ernesto nos mostró su Bahía particular, un conjunto de pequeños mundos entrañables, con sus gentes y su cultura. En estos lugares te acercas a las personas con prudencia y ellos te reciben con una sonrisa, compartiendo contigo sus vivencias diarias.
Sus tradiciones como la de Yemanjá, hacen que durante unos días todo sea nuevo y fascinante, lleno de emociones para los Bahianos que nos muestran como viven esta festividad especial. Aquí cada día es un desafío donde reflejar lo vivido.
Todo esto acompañado de los consejos, maestría y savoir faire de Ernesto, una persona directa que sorprende con su transparencia y proximidad.
Ahora Bahía y su gente esta más cerca. Siempre llevaré un pedacito dentro de mi.  

Dani Padró

 



 

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® Frank Baudino

 

Este taller tuve un significado especial para mi.
Era el tercero que seguía con Ernesto en Bahía y sentí que estaba comenzando a entrar en mayor sintonía con la gente y la cultura local. Ya siento tener más confianza en mis capacidades de reconocer un momento fotográfico y los elementos que lo conforman y que pueden hacer o deshacer cada foto.
Una vez más quedé felizmente sorprendido por la amigabilidad de la gente. ¿Son todos así los brasileños? Parece que si. Por donde quiera que iba una sonrisa desencadenaba otra. Quizá el mismo hecho que estábamos fotografiando las celebraciones de Yemanjá con sus intimas conexiones con el mar y los ríos y también que es la proveedora  de abundancia por sus fieles hizo crecer el espíritu de los participantes.
En pasado he tenido la oportunidad de ver algunos chamanes (tanto hombres como mujeres) entrar en una trance en California. Pero el haber visto estas mujeres en Cachoeira entrar en una trance y ser completamente poseídas por Yemanjá fue algo verdaderamente especial.
Fue también muy excitante y lindo ver estas mujeres llevando los trajes blancos tradicionales lanzar al agua flores y presentes para Yemanjá.
Como en todos los otros talleres con Ernesto hubo mucho que aprender en su interactuar gentil con todo nosotros y también durante la visón de las imágenes de los otros estudiantes.

Frank Baudino

 



 

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® Heike Bartels

 

¡Fui muy afortunada de participar en este taller!
Fue una experiencia gratificante y satisfactoria por muchas razones entre ellas haber conocido los demás estudiantes y muchos brasileños sociables y amables. El único lamento fue de no haber podido hablar portugués para comunicarme con toda la gente extraordinaria conocida en este viaje fotográfico.
Me siento muy excitada de haber comenzado a aprender un genero fotográfico que es totalmente nuevo para mí.
¡Me siento totalmente contagiada! Y tengo mucha gana de continuar.
Al final quiero agradecerle a Ernesto, el maestro. Como critico severo, te alientas a levantar tu nivel fotográfico. Encontré sus comentarios constructivos y articulados, siempre útiles dándome una dirección a seguir para continuar a desarrollar mi crecimiento.

Heike Bartels

 



 

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® Pam Richmond

 

Querido Ernesto,
te adjunto algunas palabras para acompañar mis fotografías. No se si son adecuadas para expresar mi reconocimiento por tu genialidad en lograr hacer feliz un grupo tan heterogéneo y de regresarnos sanos y salvos a todos y al mismo tiempo satisfechos por nuestros progresos fotográficos.
Verdaderamente le hecha todo tu corazón, tu alma y tu energía en tus talleres logrando crear una experiencia placentera para todos nosotros. Por cierto no te quedas en un cuarto de un hotel con el aire condicionado prendido rascándote la panza. Tu presencia en el taller nos permite a todos de poder aprovechar de inesperadas oportunidades mientras se ovillan delante de nuestros ojos. Espero haya logrado pasar un buen tiempo con tu familia después del Carnaval.

Yemanjá, la generosa diosa del mar nos cuidó cuando salimos en un barco en alta mar con unas devotas que querían dejarles unos regalos en las olas. Y cuando el viento subió y las olas se acrecentaron y de repente el motor del barco se descompuso, Yemanjá vino en nuestro socorro.
Tambores tocando, danzas y la trance de muchos fieles hicieron de estos festejos de candomblé una experiencia intensa. La pequeña ciudad colonial de Cachoeira fue el escenario de otras celebraciones en honor de Yemanjá y nos sirvieron como otras oportunidades fotográficas. Nos encontramos casi cercados dentro de la estiva abierta de un viejo barco a vela de madera desde el cual los fieles lanzaban las ofrendas en el rio Paraguacu.
El bien planeado itinerario de Ernesto que preveía la visita de pueblitos, pequeñas ciudades y un central azucarero abandonado nos permitió de continuar con nuestra exploración del Brasil rural lleno de oportunidades fotográficas. Lograr quedarse con el ritmo del grupo fue un gran desafío pero el amable espíritu de todos los participantes me ayudó a seguir adelante.
Como siempre participar en las sesiones de edición fue muy instructivo y me inspiró mucho.

Pam Richmond

 



 

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® Romain Fournier

 

En este taller sentí más que nunca el flujo y le reflujo de la vida bahiana…una vida que parece oscilar entre la calma y la locura más intensa. Como en los otros talleres, tuve la oportunidad de aprender mucho tanto con los comentarios de los estudiantes como con el feedback de Ernesto. Estoy agradecido a todos por haberlo hecho posible. Ciao.

Romain Fournier

 



 

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® Umit Okan

 

¡Otro maravilloso taller con Ernesto acaba de terminar!  Ya extraño Salvador y su gente acogedora. ¡No veo la hora de regresar el próximo año!
Como digo siempre, un workshop con Ernesto es mucho más que un simple curso de fotografía: es estar empapado de perfume en un barco con varias mujeres en una trance; es tomar muchas cervezas bien heladas todo el día; es andar por la playa muy temprano; es la deliciosa fruta tropical; es andar a la deriva en un barco; es tomar unas caipiriña bien heladas; es estar en una fila de hospital en el medio de la noche con Ernesto; es comer una rica moqueca a la luz de una vela en un central azucarero abandonado en le medio de la nada; es unas peleas de gallos; es un circo familiar en el campo.
Todos estos momentos quedarán dentro de mi para siempre….
¡Gracias Ernesto por esta grande experiencia!

Umit Okan

 


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