Galería Agua para Nescafé
Tlacotalpan, México
® Chad Anderson
Increíble! Esta es la única respuesta que podía dar cuando me preguntaban: “¿Qué tal tu día?”. Parece trivial pero es la única frase que puede resumir todo. La música, los toros hambrientos, la gente cálida y hospitalaria, los momentos contemplativos de fe y adoración. Caminando las calles traseras en un momento de calma entre la acción tuve la oportunidad de ver a un hombre afilando un cuchillo. Me ve con mis cámaras y sin dudarlo me invita a participar de la muerte del animal y preparación de la cena por su cumpleaños. El hombre y su hermano trabajaron en el cerdo 45 minutos, yo trabajé en el cerdo 3 rollos de película.
Me invitaban cerveza y comida por donde iba. Momentos tranquilos de vida diaria me esperaban en cada esquina. Grandes momentos de fe y fiesta abundaban. ¿Cómo pude haber tomado tantos rollos hoy? La voz de mi profesor en mi mente me recordaba prestar atención a mi encuadre… cómo el tipo de la izquierda arruinaría mi foto. Mira cómo el rostro de la derecha lleva la imagen a otro nivel. Estaba en mi cuarto taller con Ernesto, mi segundo en Tlacotalpan. Cada experiencia es más importante que la anterior. Gracias por la visión.
Chad Anderson
® Frank Baudino
Debo empezar por mencionar la destacada generosidad de la gente de Tlacotalpan. Caminando por el pueblo era una y otra vez invitado a fotografiar la vida cotidiana de la gente. Son claramente personas orgullosas de sus familias, sus hijos, sus caballos y sus vidas. También es gente de fe, dispuesta a esperar en las afueras de la catedral en la multitudinaria celebración de la Virgen de la Candelaria. Tampoco olvidaré esa dosis de adrenalina que sentí al tratar de fotografiar a los toros corriendo, una experiencia que nadie debe perderse.
Tal vez, lo más importante para mí fue el placer de haber compartido este taller con otros fotógrafos. Estos fotógrafos –los otros estudiantes, Ernesto y Juan- fueron enormemente estimulantes para mí. Me dieron nuevas maneras de ver y nuevos enfoques de cómo debería tomar fotos. Todos por igual tienen un estándar alto y exigente, y alentaron en todo momento a los del grupo que teníamos menos habilidades. Fue tan refrescante trabajar con fotógrafos que ofrecen siempre una visión honesta en un mundo en donde mucha fotografía que se publica es falseada. Quedaré por siempre agradecido.
Frank Baudino
® Romain Fournier
Ya ha pasado una semana desde que regresé de México y mi mente sigue aún ahí. Estos 10 días de inmersión en “tu mundo” fueron fascinantes y soy afortunado de haberlo vivido. Aunque no soy una persona muy conversadora, realmente disfruté los momentos en Tlacotalpan y en Veracruz con tu familia.
Desde una perspectiva fotográfica, aprendí un montón sólo con observar la forma cómo explorabas las calles encontrando potenciales momentos mágicos. Pareciera como si siempre estuvieras “alerta” y consciente de lo que te rodea. Tlacotalpan es un gran lugar y sólo hubiera deseado tener más tiempo para explorar los bordes del pueblo y así descubrir aún más de su alma. Para ser honesto contigo, no puedo decir que estoy muy satisfecho con mis fotos. Pero finalmente eso no es tan importante. Lo que importa es que lentamente aprendí lo que significa tomar “mis fotos”! Sin embargo, cuando Arturo miró mis imágenes y mencionó a Webb, no pude evitar pensar: “Estoy luchando por tomar mis propias imágenes y todavía me espera un largo camino antes de lograrlo”. Tendré que trabajar aún más la próxima vez.
Cuando escogí hacer este taller con Ernesto no estaba realmente seguro de lo que podría aprender en él. Sabiendo desde el principio que pasaría 10 días en dos de mis cosas preferidas: fotografía y Latinoamérica, sabía que no me decepcionarían. Al final, terminó siendo una experiencia tremendamente aleccionadora, y estoy agradecido con el Maestro, Frank, Chad, Silvia y Juan, por lo que me enseñaron y por los buenos momentos que pasamos juntos. Para terminar, creo que este taller fue más allá del simple hecho (no realmente!) de tomar una fotografía…lo que “más allá” significa debe ser algo bien personal… Grazie Mille.
Romain Fournier
® Silvia Montanari
Es mi primer taller aquí en México. Al principio la idea me asustaba, sobre todo la idea de renunciar a mi zoom con el cual solía observar a la gente y tras del cual me refugiaba para estar a salvo de mis sujetos.
Para quien usualmente escoge imágenes como un medio de comunicación fue difícil tener que explicar lo que faltaba en mis fotografías.
Al mirar mis fotografías anteriores pienso que he sido una espectadora desamparada sin advertirlo. Ernesto, Chad, Frank, Romain y Juan me han ayudado muchísimo, y los veo a todos ellos como a mis maestros siendo yo la estudiante que necesita aprender de todos aunque antes haya estudiado fotografía.
Cada uno de ellos me enseñó a ver más allá de la imagen, a ser más precisa y autocrítica. Ernesto logró dirigir todas mis energías y me hizo aprender sobre fotografía con gran humildad y paciencia. De hecho, no es fácil pasar por una sesión de edición donde no encuentras ni una sola buena fotografía, pero perseverando en nombre de lo que sea que creas los resultados empiezan a encontrar su camino.
Ahora, mirando una y otra vez mis imágenes, comprendo que mis fotos están vivas, cada una tiene una historia que contar y aún estando en blanco y negro las veo todavía más coloridas que un arco iris, porque esta vez no estuve fotografiando desde lo lejos, las palabras y mis pies fueron mi lente zoom.
Ninguno de mis compañeros de viaje estará aquí para decirme qué estará mal, ni Ernesto para hacer la edición, pero ahora tengo una nueva energía. Ha sido una gran fortuna conocer a tan especiales fotógrafos en el único lugar que amo tanto como a Italia. Les agradezco por sus consejos, por su compañía y por la experiencia fotográfica y humana que compartimos.
Gracias, Ernesto, gracias a todos!, Siempre los llevaré en mis imágenes.
Silvia Montanari.