Beautiful Photos Beleza
Salvador de Bahía, Brasil 2008
No es la primera vez que le doy clases de fotografía a unos adolescentes. Ya conozco su elasticidad y habilidad en el aprender prontamente los diferentes aspectos de lo que es una buena foto. Ser joven es sencillamente una ventaja: se entiende más rápidamente lo que se necesita para retratar la vida cotidiana de manera interesante.
El taller con los estudiantes de la escuela segundaria Ross en Salvador de Bahia fue una confirmación de todo esto.
A parte el gran deseo de aprender la complejidad del arte fotográfico los estudiantes demostraron una grande generosidad con sus sujetos que me conmovió. Regalaron centenares de fotografías por la felicidad de enteras comunidades y especialmente de los niños; donaron ropa y comida a mucha gente.
Quedé también muy sorprendido por su elocuencia en escribir las experiencias personales durante el taller y me divertí mucho, cada mañana, en verlos insertar nuevos comentarios en su blog. Su entusiasmo por la vida me inspiró.
Recuerdo también con mucho cariño la transformación de la Posada en un grande, frenético y alegre laboratorio fotográfico. Cada mañana miraba los estudiantes cargar películas recién reveladas y llevar frascos llenos de quimicos de un cuarto a otro.
También recuerdo con placer nuestras largas sesiones de edición cuando ordenábamos pizza y comida china que nos comíamos mientras seleccionábamos sus mejores fotografías.
Siempre me ha gustado llevarme con mis estudiantes más joven en la misma forma que con los mayores. Creo fuertemente en su capacidad de crecer enormemente si prestan atención a mis consejos y a mis sugerencias. No estoy sorprendido para nada de los resultados fotográficos conseguidos. No hay comparación entre las fotografías que trajeron al comienzo del taller y las nuevas imágenes que se llevaron orgullosos. Este crecimiento se debe atribuir principalmente a cada uno de ellos, a sus profesores, a su escuela, a sus padres y en pequeña parte al maestro que sencillamente trató de inspirar cada uno de ellos.
Vivimos días formidables y inolvidables. Sus imágenes nos cuentan de manera personal la experiencia única que cada cual vivió con sus ojos y bajo su piel.
EB