Galería Playing It by Ear
Oaxaca, México 2006
® Cecilia Vaisman
Después de una vida olvidando una vocecita insistiéndome que levante la cámara fotográfica, encuentro a Ernesto Bazan. Veo las fotos en el sitio Web y me asombro. Pido prestado una cámara y compro un boleto a Oaxaca.
El lugar de encuentro para mi primer taller es un desafío — una Oaxaca encendida por la ira y la violencia. Tengo algunas ideas en mi cabeza sobre la composición y la luz, pero mi corazón se muere por hacer una de esas fotos trascendentales. Caminamos por la ciudad tratando de decidir cual de la calles llenas de humo valdría la pena penetrar. El zocalo es un paisaje de casas de cartón y consignas – ¡Muerte a la burguesía! – Marx, Engels, Stalin (!!), Zapata, El Che.
Las sesiones de revisión de imágenes son dolorosas. Un negativo después de otro vacío. Las palabras de Ernesto resuenan en mi cabeza: “no dispares hasta ver momentos, momentos reales, y deja que tu corazón empiece a palpitar más fuerte.” Volvemos a salir, esta vez a los pueblos cercanos que aún no están totalmente revueltos. Una noche maravillosa la pasamos en el cementerio de Atzompa esperando momentos con los muertos. Después, regresamos a las calles encendidas. Todos los momentos parecen imposibles de captar. Al final, logro algunas. Empiezo a pensar que esto tiene que ver tanto con la fotografía como con el proceso de reconocerse a uno mismo. Estoy de acuerdo con Juan: “la fotografía sigue siendo un buen pretexto para continuar el viaje.” Estoy a bordo. ¡Hasta el próximo taller compañeros! Cecilia Vaisman
® Johana Neurath
Siempre he amado Oaxaca. Un lugar mágico donde siempre es presente la tradición- ahí mismo, de manera abierta viviendo de lado a la vida moderna. Es esta extraordinaria sensación de “novedad” y de posibilidad que siento aquí en México. Una verdadera convergencia entre el viejo mundo europeo mezclado con la atávica cultura de América que se trasforma en algo único. Si prueba placer por le mundo visual tus ojos tienen mucho que beber. Una verdadera fiesta!
Nuca había visto las celebraciones de los días de los muertos y siempre me hubiera gustado tomar parte. La idea de estar en Oaxaca – con menos turistas ( por causa de la incierta situación política creada por las huelgas de los maestros y por la protesta del APPO) era muy atractiva. Así que decidí de tomar el taller de Ernesto para poder ver las fiestas que sola y sin hablar una palabra de español hubiera sido imposible seguir. No soy fotógrafa y no tengo ninguna ambición de ser una, aunque vea millares de fotografías durante el cotidiano desempeño de mi trabajo.
Y si, saco muchas fotos por diversión. Fue entonces con trepidación que me inscribí al curso con mi vieja pentax que hacia años que no veía la luz del sol, y con el consejo de Ernesto de traer solamente película en blanco y negro “porque así aprenderás más” que resonaba en mis oídos. Desde el comienzo me sentí como un impostor. Un poco como un estudiante malo que ve la hora de sacar su maquinita digital para registrar los colores y los grafitos que están por todos lados.
Con mi gran sorpresa y felicidad he aprendido y vivido mucho más de lo que esperaba, Los interesantes y inspiradores desconocidos que encontré – Ernesto y el resto del grupo – rapidamente se convirtieron en amigos mientras los imprevisibles eventos políticos en oaxaca se volvían céleremente. Vimos cosas lindas, divertidas, tristes, felices e interesantes. Hemos trabajado duro, tuvimos que enfrentarnos muchos desafios y nos divertimos haciéndolos.
He encontrado muchos fotógrafos y artistas en mi vida, pero puedo decir honestamente que Ernesto es el Picture editor más increíble que haya encontrado. (tienes también un buen sentido del humor! Que es una dote importante cuando alguien es tan critico de su propio trabajo y de aquel de los demás.)
Algunas fotos especiales fueron eliminadas porque solamente un elemento estorbaba le resultado definitivo. Un mala expresión de una persona lejana, una distracción en el background, una imagen demasiado obvia, una que no lograba verdaderamente a capturar un autentico “momento”, aunque su composición estaba lograda, aunque la luz era bella o la fotos era técnicamente perfecta.
Esta experiencia me ha ayudado a identificar el porque algunas imágenes me gustan más de otras. Ya no me seducen fácilmente las fotografías superficialmente interesantes, con una grafica atrayente o fotografías que quieren chocarte. Estoy empezando a ver que las imágenes que me atraen más ahora – las mías como las de los demás- tienen diferentes niveles, varias capas más preciosa y profundas. Y gracias a Ernesto mientras la historia mexicana fluía junto a su vida cotidiana, logré exponer algunos negativos correctamente – y hay hasta algunas imágenes que me gustan y de las cuales me siento satisfecha (yo también soy una picture editor severa).
Estos diez días ciertamente pusieron a prueba mi actitud hacia la fotografía. Mi apreciación y respecto para todos aquellos que tienen este oficio y que nos hacen ver como es el mundo o como podría ser si fuéramos todos concientes de lo que esta’ debajo de la superficie, creció diez veces. Tiempo invertido bien, para no hablar de todas las increíbles experiencias vividas. Johanna Neurath
® Juan De la Cruz
Ayer un sueño, hoy la realidad.
Acaso tengo un sueño?, acaso vivo mi verdadera realidad?
He visto el otro lado de tu estrella.
Hasta donde dominar mis demonios, si eres parte de ellos.
Me pides que no te deje que a cambio me darás mi corazón,
Hasta donde debo morir sin ti?
La orden continua siendo: Sigue al guíaErnesto.
Otra inolvidable viaje al centro de mi tierra.
Oaxaca de Juárez, México. Juan de la Cruz
® Michel Oliva
En una Oaxaca sacudida por un movimiento popular, a pocos días del asalto militar que le costó la vida a un camarógrafo americano, empiezo este atípico taller. Son muchas las barricadas que impiden el acceso a las calles principales. La atmósfera de tensión constituye un obstáculo al programa previsto por Ernesto. No obstante esto, o mejor dicho con todo esto, se vino desarrollando otra dinámica: la magia del imprevisible opera nuevas situaciones, todas estas situaciones inéditas se convierten en material para explorar y fotografiar. El grupo se liberó del deseo de sacar buenas fotos a todas costas y este nueva actitud funciona a maravilla. La excitación de caminar por las calles electrizadas por una atmósfera de revuelta, el ritmo y las pulsaciones obstinadas de las comparsas, la relación saludable que este pueblo tiene con la muerte, la actitud hacia el sagrado y el profano, el sentido del humor de la gente han sido algunos de los elementos más importantes de este taller. Michel Oliva