Galería C´è Siempre un Motivo
Sicilia, Italia 2006
® Baron Barnett
El tiempo transcurrido con Ernesto es muy espiritual. Mirar sus fotografías es muy conmovedor. Las sesiones de edición hacen crecer tu percepción visual del entorno que te rodea. Si desean estimular y acentuar su perspectiva visiva, transcurran tiempo con Ernesto. Nunca lo olvidarán. Baron Barnett
® Bob Cocozza
Fue maravilloso regresar a Sicilia. Tener la oportunidad de pasar tiempo con los amigos del año pasado fue tan importante como fotografiar. Que manera brillantes de pasar diez días: dando vueltas por la isla, fotografiando, tomando vino tinto en una enoteca o preparándose a una maratón fotográfica saboreando arancinas acabadas de hacer. En diferentes ocasiones he escuchado Ernesto repetir:”Es importante regresar a la mismas fiestas, a los mismos lugares si quiere construir un portafolio de imágenes fuertes.” Con mi segundo taller en Sicilia, he seguido el consejo de Ernesto y mi colección de imágenes es mucho más rica. Bob Cocozza
® Hin Chua
Para mi la experiencia completa trascendió el mero acto de sacar fotos. He aprendido tanto acerca el proceso de previsualizacion, acerca de la edición y sobre todo la disciplina y la perseverancia necesarias por la creación de un cuerpo de trabajo significativo. Mis amigos me dicen que mis fotos son diferentes después de esta experiencia. Si van a continuar a ser diferentes no lo se. Lo único de que estoy seguro es que continuaré a recordarme de la lección aprendida aquí por el resto de mi vida. Ahora el mundo me aparece ligeramente diferente. Hin Chua
® Keith Prue
Antes de ir a Sicilia, mi esposa me hizo reflexionar sobre la posibilidad que, quizás, esta nueva experiencia no iba a ser a la misma altura de mi anterior y maravilloso taller con Ernesto en Oaxaca. Obviamente las personas, los parajes y las ocasiones eran diferentes, pero Ernesto era lo mismo. Su calor, la generosidad y la pasión por el oficio y por la vida y su preocupación genuina por sus estudiantes son verdaderamente asombrantes. Los pedidos más inusitados fueron resueltos con dulzura y humor. Nos hemos reído, compartimos chistes, experiencias ( tanto fotográficas que de vidas) en un país fascinante, donde la comida y la religión son tan prominentes. Teníamos mucha gana de ir a fotografiar – sin ningún sentido de competitividad entre nosotros, solamente por el deseo de compartir nuestras visiones con el maestro.
Hemos transcurridos horas agradables mirando y hablando sobre el trabajo de Ernesto y aquello de otros maestros. El crecimiento e mi trabajo es discernible y, una vez más, le doy la gracia a Ernesto desde el profundo de mi corazón para una experiencia maravillosa y ya me estoy preparando para el próximo encuentro en Nueva York. Keith Prue
® Marcy Cohen
Los diez días trascurridos en la mansión a la orilla del mar explorando la zona norte-oriental de Sicilia durante la semana Santa fueron magia pura y casi una iluminación. Ernesto, los otros participantes del grupo (incluso nuestra mascota – el diabólico y divertido gato Garibaldi) nos dieron los ingredientes esenciales para una fuga de la realidad que me enriqueció, me divirtió y me puso a prueba.
La dedicación de Ernesto con respecto al crecimiento visual de cada estudiante no conoces términos medios.
Las cotidianas sesiones de edición de todo el trabajo sacado por los estudiantes eran bien organizadas, llenas de significado y muy eficaces. Ernesto tiene un punto de vista muy personal y su honestidad no tiene nada que ver con los comentarios azucarados que a menudo nosotros, los estudiantes, recibimos de nuestros instructores en otros talleres.
Las criticas fotográficas eran duras y honestas, no menos critica del riguroso y despiadado método de análisis que Ernesto aplica a su trabajo, dándole a todo el proceso mucha efectividad. Participar en el taller en Sicilia me ha dado claramente los ingredientes para poder pasar de una etapa fotográfica meno desarrollada a otra.
A pesar del duro trabajo, logramos moderar nuestras caóticas vidas urbanas y saborear deliciosos vinos y platos locales, encontrando fotógrafos locales. Logramos también estar en sintonía con Sicilia y su sedúcete atmósfera.
No sobra decir que recomiendo fuertemente los talleres de Ernesto a cada fotógrafo serio que busca crecimiento más bien que recibir un apretón de mano y escuchar que nos digan que buenos que somos como fotógrafos. Gracias Ernesto y hasta pronto. Marcy Cohen
® Stephanie Flack
Hombres y mujeres vestidos de Armani y de Gucci que parecen sacados de las paginas de Vogue italiano, cargan las estatuas de la pasión de Cristo juntos a hombres vestidos con trajes tradicionales, casi bíblicos. Una verdadera colisión de edades…una fusión de participantes, espectadores y voyeur.
Las notas sepulcrales y atormentadoras de las bandas invaden y persisten en la somnolencia y intensidad a la vez del ritual. Una indulgencia de los sentidos…una fiesta para los ojos, los oídos, las papilas del paladar. Un grupo internacional de estudiantes deliciosos que adoran divertirse, pero también son fotógrafos apasionados, menesteres visuales que se reunían en una mansión decadente a la orilla del Mediterráneo. Y…la piece de resistance…la creme de la creme…el maestro de las imágenes, el Signore Ernesto Bazan. Todo esto es…Pascua en Sicilia. Stephanie Flack