Galería Mucho Demasiado
Oaxaca, México 2011
® Baron Barnett
Acabo de terminar mi sexto viaje con Ernesto, el segundo en Oaxaca. La parte más triste fue que tuve que irme más temprano por problemas familiares.
Por esta razón me perdí algunas sesiones de edición y una excursión en la Sierra. Como siempre, hubo una componente espiritual dentro de la dinámica del taller.
Cada cual siempre regresa a su casa con la percepción de haber capturado el espíritu del lugar. Oaxaca continua siendo un lugar muy especial a pesar de estar creciendo mucho más de cuanto se pueda imaginar. En el grupo hubo mucho talento que me inspiró muchísimo. Las visitas a los cementerios han sido lindas y emotivas. Compartir historias con las familias y las comparsas en los panteones ha sido algo muy especial. La belleza de los altares de arena es verdaderamente espectacular.
Unas de las cosas más interesante de este taller ha sido ver las imágenes que Ernesto ha ido haciendo en estos diez años aquí en Oaxaca. Te quitan verdaderamente el aliento!
Él también compartió’ un grupo de imágenes panorámicas en blanco y negro sobre Cuba y los ayudamos a editarlas, y también nos mostró su nuevo libro en color Al Campo. La edición limitada de Al Campo es bellísima!
Si a todo esto agregamos las sesiones de edición, se llega a una saturación con el extraordinario trabajo creado por los estudiantes, y todo esto te ayuda a poner en perspectiva tu mismo trabajo.
La extraordinaria percepción de Ernesto nos ayudó en afinar nuestra visión, nuestra percepción del ambiente que nos rodea.
Gracias Ernesto para haber logrado estimular, una vez más, nuestros sentidos y para haberme dado la oportunidad de hacer otro viaje espiritual inesperado!
Fue una verdadera alegría conocer tu familia. Sissy ha sido muy buena con Stefano y Pietro. Los dos son dos muchachos especiales!
Umit y Niki preparasen por otro giro de mezcal…
Ernesto ya reservé mi próximo viaje para el próximo año en la Sierra Oaxaqueña.
No veo la hora de vivir una vez más la espiritualidad de Oaxaca y lo inesperado creado por Bazan… Baron Barnett
® Frank Baudino
Han pasado nueves años desde la última vez que estuve en Oaxaca y lo encontré bastante diferente. La ciudad es más grande y homogénea. Por otro lado, lo que no ha cambiado en absoluto es el espíritu de la gente durante Día de los Muertos.
La actitud de los mexicanos hacia la muerte es muy diferente a la de nosotros los norteamericanos. Para la gente de Oaxaca la muerte hace parte del continuum de la existencia: es parte del más grande ciclo de la vida. Los disfraces grotescos y las solemnes Catrinas durante la fiesta muestran la muerte no solamente como algo por lo cual sentir dolor sino también algo de lo cual reírse; es simultáneamente seria y cómica; te inspira devoción y te da gana de bailar. Los muertos no se fueron para siempre, son aún parte de la familia y se les da la bienvenidas nuevamente durante el Día de los Muertos.
De la experiencia en el cementerio de el 2002 tenia solamente vagos recuerdos. Este año mi visita al panteón fue inesperada y conmovedora. Centenares de familias estaban reunidas con sus seres queridos en la oscuridad del cementerio hablándoles, decorando las tumbas, encendiendo velas, y dándoles las bienvenida a sus muertos. La linda luz del amanecer nos dio al mismo tiempo un sentido de clausura y de renacimiento.
A lo largo de este taller tuve la suerte de trabajar con unos excepcionales y talentosos estudiantes. Un grupo internacional que incluía estudiantes de España, Turquía, Rumania y EE UU.
Una vez más, Ernesto, nos ayudo’ a elevar nuestras fotos a un nivel más alto y en hacernos entender mejor que es un momento fotográfico y como atraparlo. Fue una experiencia especial y seguro quiero regresar. Frank Baudino
® Juliann Pektov
El taller en Oaxaca fue mi tercero que he tenido la suerte de seguir junto con Ernesto. Cada año, siento que mi ojo critico crece. Siempre le seré agradecida a Ernesto por su paciencia y su honestidad. Al mismo tiempo ha sido un privilegio tener la oportunidad de aprender también del grupo de artistas talentosos como han sido los otros estudiantes. Oaxaca quedará grabada en mi corazón como un tesoro surrealista, una experiencia donde entregarme por completo a los momentos vividos. Tanto haciendo autostop en las montañas cuanto bailando en los cementerios siempre recordaré México y su gente, sus olores, el mezcal.
Gracias Ernesto y gracias a todos mis amigos. Juliann Pektov
® Mar Aldaz De la Quadra Salcedo
Llegar a la Muy Noble y Leal Antequera de Oaxaca o la Verde Antequera ha sido para mi un Descubrimiento, como los antiguos Españoles que llegaron aquí hacia 1521 fundando la ciudad. Estar aquí 490 años después, me hizo sentir como Cortés, Alvarado u Orozco… Oaxaca te atrapa, te roba el corazón. Estar durante la semana de Difuntos en esta ciudad mágica en el taller de Ernesto Bazan ha sido un privilegio único.
Este año coincidía con el décimo aniversario de los talleres de Bazán en Oaxaca, y no podía perderme este taller tan especial. Este iba a ser mi tercera aventura fotográfica con el Maestro Siciliano.
Para mi persona ha sido una experiencia tan trascendental, que solo se puede explicar estando en Oaxaca, durante este universo tan metafísico, que solo se comprende en México en el mes de Noviembre, en el Día de los Muertos. No se puede explicar con palabras, las sensaciones que producen estar durante toda una noche mágica del 1 de noviembre, en el cementerio de un pequeño pueblo y poder fotografiar estos instantes tan espirituales. Solo se pueden entender estando allá. Poder seguir a las comparsas disfrazadas con extraños atuendos, siguiendo a una banda de músicos tocando melancólicas canciones, no se puede describir con frases, hay que vivirlo. Que lujo poder hacer fotos en procesiones que veneran a la Santa Muerte, extraño ritual que inquieta…
Poder estar en el taller de Bazán de Oaxaca es como estar en una verdadera máquina del tiempo y poder viajar hacia atrás: hacia un tiempo fotográfico privilegiado.
Ernesto al mando de este grupo de alumnos llamado “Mucho Demasiado” nos llevó a los sitios más recónditos. Los pueblos de la Sierra Oaxaqueña fueron para él mismo un Descubrimiento. Todo el grupo fue atrapado por esas comparsas de los Pueblos Mágicos donde los indígenas zapoteco nos acogieron como si fuéramos sus hermanos, nos invitaron a tomar mezcal y nos dejaron fotografiar sus impresionantes tradiciones.
Las antiguas minas de oro de esos pueblos no se si seguirán produciendo el venerado metal, pero si que descubrimos el “Oro fotográfico”. Gracias Ernesto por ayudarnos a descubrir este Oro!
Tengo que darles las gracias de Todo Corazón a mis compañeros de taller, Juliann, Niki, Sorin, Stan, Baron, Frank y Umit. He aprendido tanto de vuestro trabajo que me siento una persona con mucha suerte por haber podido compartir este curso con vosotros. También tengo que agradecer especialmente a Juan de La Cruz. Me ha demostrado que a parte de ser un gran artista de la foto y del video, cosa que ya conocía, es una gran persona, una amigo de verdad, que es mucho más importante!
A la mujer de Bazán, Sissy un verdadero Sol cubano, que me ha encantado conocer y sus niños Pietro y Stefano.
Y por ultimo y sobre todo, gracias al Maestro Bazán. Poder asistir a este taller oaxaqueño ha sido súper enriquecedor para mi fotográficamente y espiritualmente.
Ha sido Mucho Demasiado… Gracias! Mar Aldaz de la Quadra Salcedo
® Niki Polyocan
Para mi Oaxaca es un lugar tan lindo y siento que ha sido un gran regalo poder vivir la Oaxaca de Ernesto durante Día De Los Muertos. Siento una profunda conexión con la gente de Oaxaca y la fotografía me ayuda a acercarme a la gente. Ser guiada por Ernesto me ayudó a ver el lugar que había visitado tantas veces con una mirada diferente. Siento también que este taller me hizo más fuerte. No veo la hora de poder regresar a Oaxaca muchas veces más en el futuro. Niki Polyocan
® Sorin Frasina
Un nuevo taller — el tercero junto con Ernesto. Una nueva aventura. Una alegría y un desafío para los cincos sentidos: el tacto de una frazada caliente y suave durante una noche fría en el cementerio; el caliente perfume de cocoa que hierve delante de ti al amanecer; el sabor del oscuro y picante mole negro hecho con chocolate y chile, todo regado con una cerveza clara a medio día; el sonido feliz de los tambores acompañando vírgenes en el atardecer; la vista de una novia ensangrentada cubierta de cenizas que ofrece flores y de unos niños disfrazado de esqueletos mascando calaveras de azúcar todo el día.
Viejos y nuevos amigos… algunos apodos han sido creados: Rubia Huracán, Mujer gato, Spielberg, Mister No…
Nueve personas cargando sus cámaras fotográficas pidiendo autostop a los campesinos para que nos lleven a ver las fiestas de las comparsas en el campo. Diez días. Solo diez días.
Hay un proverbio en Oaxaca que dice:” No estamos aquí por mucho tiempo, estamos aquí para divertirnos.”
Gracias Ernesto para haber hecho posible todas estas experiencias. Se que un día regresaré. Porque una sola vez no es suficiente… Sorin Frasina
® Stan Raucher
Estar en un taller con Ernesto, tanto que sea a por la primera vez cuanto que sea por la quincena vez, es como hacer parte de una familia extraordinaria, una familia que entiende tu pasión por la fotografía. Fue extraordinario regresar a Oaxaca por mi cuarto taller con Ernesto, volver a ver su familia, viejos amigos de otros talleres, y hacer nuevos amigos, y ver la preciosa exhibición de nueve años de trabajo de sus estudiantes en el Centro Manuel Álvarez Bravo.
Ernesto dice siempre que se necesita regresar a menudo al mismo lugar para poder tratar de entender lo que estás haciendo. Puedo decir ahora con certeza que para mi fue así. Este fue mi segundo taller de Día de los Muertos, y encontré’ esta experiencia mucho más enriquecedora que la primera. A parte de poder revisitar viejos lugares, exploramos nuevos entre ellos unos pueblos hermosos en la sierra. Como siempre, las sesiones de edición fueron muy educativas y rigurosas – empujando cada uno de nosotros a mejorar nuestra visón artística.
Estoy muy deseoso de poder continuar este proceso de crecimiento.
Ernesto, hasta la próxima vez. Stan Raucher
® Umit Okan
El pasado abril, en Sicilia, le había prometido a mi carnalito Juan que con seguridad iba ir a Oaxaca. Estoy feliz de haber retomado esta decisión. Hasta el momento el taller de Oaxaca ha sido mi taller preferido. Fue una experiencia maravillosa fotografiar Día de Los Muertos en México. Puedo ver que con cada taller, mi manera de fotografiar mejora siempre más. Estoy muy agradecido con Ernesto por su ayuda. Sin él, mi evolución no hubiera sido tan rápida.
Ahora, no veo la hora de regresar a Oaxaca una vez más… Umit Okan