Galería Chasing Llamas
Cuzco, Perú 2012
® Barbara Malacart
Los primeros días fueron duros. Encontrarse en el medio de una fiesta religiosa entre centenares de personas, danzas y brindis, intentando de ir más allá de la común foto descriptiva no fue cosa fácil, pero gracias a la atención y a los consejos de Ernesto y a su honestidad durante la edición, un verdadero maestro, con el transcurrir de los días comprendí que tenía que ser más selectiva en buscar mis sujetos y que para ir más allá de lo que es obvio, tenía que lograr ver y sentir la potencial fuerza evocativa que caracteriza un momento fotográfico.
Inolvidables días transcurridos en búsqueda de los llamas, con nuestro maestro/explorador llegamos hasta alturas entre cuatro y cinco mil metros de altura donde me pareció poder tocar el cielo con un dedo, no solamente por estar tan alto, sino también por la felicidad que sentí en encontrarme frente a paisajes lindísimos, corriendo atrás de rebaños de ovejas y de llamas, encontrando niños, que saliendo de la nada, nos se acercaban curiosos y tímidos pero siempre regalándonos una sonrisa.
Entre los varios momentos mágicos de este viaje la parte más emocionante para mi fue cuando encontramos los cultivadores de papas.
Una vez que llegamos hasta la cumbre, la fatiga de haber subido aquella parte empinada de montaña fue repagada por la belleza de todo lo que se presentó delante de nuestros ojos: la tierra, su color, los caballos, cada elemento presente en aquel mundo, donde nos recibieron con gentileza gracias, como siempre, a la capacidad de Ernesto de entrar en relación con las personas de manera empática.
Todo estaba tan maravillosamente empreñado de humanidad que hasta la lluvia y el granizo nos parecieron mágicos.
Un gracias de corazón va también a Willard y Chad, que con sus bellísimas fotos y sus preciosos consejos contribuyeron, junto con Ernesto, a indicarme el camino a seguir. Barbara Malacart
® Chad Anderson
Pensé que con mi último viaje a Perú terminaría con mi trabajo. Un par de fotos más en situaciones que se me habían escapados en los viajes anteriores en este maravilloso país y hubiera terminado con mi proyecto peruano. Éste era mi cuarto viaje, el tercero con Ernesto. Sentía que había llegado el momento de comenzar a pensar donde iba a empezar un trabajo futuro… pero me di cuenta que este viaje era diferente. Tan diferente de como el último viaje fue del anterior. Comencé a entender que necesitaba transcurrir más tiempo en este país. ¿Como puedo lograr una presentación de algo tan intimo y aún tan vasto?
Logré sacar más fotos interesantes en este viaje que en los tres precedentes y a pesar de esto sentía que las fotografías eran inadecuadas para poder contar una historia. Entonces, si Dios querrá, regresaré el próximo año. Gracias Ernesto por tu guia y por habernos dado un acceso increíble a un mundo que pocos lograrán ver. Chad Anderson
® Willard Pate
Arriba de las montañas de Pisac, donde junto con Ernesto, Barbara y Chad transcurridos cuatros de la diez noches a pesar que hacía frío y que los paisajes eran yermos y con pocas gente y animales, estaba verdaderamente muy lindo. Èste era mi tercer taller con Ernesto aquí en las alturas de Perú y en la primera parte del taller regresamos a los pueblos y a las fiestas que ya conocía. Pero en los cuatro días de exploración con Ernesto dirigiendo el coche a lo largo de trochas empinadas en búsqueda de momentos fotográficos, fueron verdaderamente mágicos para todos nosotros. La vida vivida en estos parajes es claramente dura, pero parafraseando el poeta irlandés W.B. Yeat:” Hay una terrible belleza” en estos lares. Pienso que todos los sentimos y con suerte lograremos contar una pequeña parte de nuestra experiencia a través de las imágenes.
Ya me apunté al taller del próximo mayo. Willard Pate