Delicate Vultures
Oaxaca, México 2015
Hice una apuesta difícil, decidiendo de prorrogar por dos días este taller que he enseñado durante los últimos dieciséis años aquí en el mágico estado de Oaxaca. Ahora puedo decir que valió la pena de una manera maravillosa!.
Ya todos regresamos felizmente a nuestros hogares, y, sin embargo, seguimos escribiéndonos correo electrónicos, mensajes en FB. Los primeros comentarios sobre la experiencia del taller también comienzan a llegar y, como siempre, me siento profundamente conmovido por lo que escribió cada estudiante sobre nuestro viaje espiritual.
“Yo sabía que si alguien podía conducir un viaje que uniera humanidad y espiritualidad, sería Ernesto. Es una persona especial que está tocando muchas vidas, incluyendo la mía. He orado por mucho tiempo, pidiéndole a Dios que me guíe en esta nueva fase de la mi vida, y me dio a él como una fuerte influencia positiva.” Linda Omelianchuk.
La razón por la cual decidí ampliar el taller fue una breve conversación que tuve el año pasado con mi amigo Pánfilo, el fundador del grupo musical tradicional Los Huehuentones. Es una persona preciosa que combina una fuerte creencia en su cultura y una visión profunda para promover el renacimiento de su lengua nativa, el mazateco.
Mientras compartimos el delicioso mole de pollo preparado por su madre, me dijo que, cada año, unos días antes del día de la celebración de día de los muertos, él y sus hermanos van al cementerio llevando sus máscaras y disfraces para tocarle y cantar a los espíritus. “De esta manera vienen dentro de nosotros y los llevamos a sus pueblos para celebrar con sus familias.”
Quedé profundamente conmovido! Sabía que quería estar allí!.
El día de la ceremonia, mientras que muchas personas se reunían en el cementerio lleno de velas y los chamanes comenzaban a cantar en dirección a los cuatros puntos cardinales de la tierra y el incienso salía lentamente hacia el cielo, Pánfilo se me acercó y me ofreció una máscara de madera. “¡Póntela!”, Me dijo. Llevándola muchas almas se encarnarán en ti.”
Este fue el comienzo de nuestro taller. A medida que los días se ovillaban vimos muchos momentos espirituales y, junto con mis estudiantes, intentamos capturar algunos de ellos. Sin embargo, la mayoría de las veces, nuestra “ceguera” no nos permitía verlos. Sólo cuando nuestra mirada se conectaba con nuestro corazón y nuestra alma, podíamos intentar reconocerlos y tratar de captar algunos.
Le expliqué a mis alumnos que tenían mucha suerte en ver todo esto teniendo en cuenta que necesité quince años para organizar este taller.
Algunos de los recuerdos del tiempo pasado en estos remotos cementerios indígenas han trascendido nuestras expectativas y permanecerán para siempre en nosotros.
Como siempre, el intercambio de mezcal creó vínculos más fuertes entre todos nosotros y las personas que estábamos fotografiando. Haber tenido un maestro de ceremonia de mezcal como Santiago Llobet y un monstruo/ninja de mezcal como Juan de la Cruz ayudó mucho a intoxicarnos de forma placentera con este “jugo” tan especial como lo llamaría Justin.
Cuanto más enseño más me doy cuenta de que todos nosotros participando en estos talleres, están destinados a estar allí gracias a una teúrgia sobre la cual no tengo ningún control. Aunque es difícil de entender y explicar, creo firmemente que sucede precisamente eso!
Mi querido Raymond Carver tenía que decir esto al respecto: “Las influencias son fuerzas —circunstancias, personajes, irresistibles como la marea … Las influencias de las que yo conozco algo, empujan hacia mí de manera a menudo misteriosa a primera vista, a veces de una manera que se aproxima a lo milagroso.”
Últimamente, he dejado de medir el éxito de mis talleres por meros resultados fotográficos y los progresos alcanzados (que en sí mismo son un verdadero, gran milagro para mí y para todos mis estudiantes). Les mido por su espiritualidad que nos viene otorgada cada vez!
Es por eso que junto con Erika, Harald, Juan Pablo, Judy, Linda, Rafael, Regula, Santiago, Tanya y Juan fuimos capaces de llevar nuestro grupo Delicados Buitres (por favor, no me pregunten por qué este nombre. Ya saben!) a un nivel más alto.
El próximo año el taller será de 15 días. ¿Están listos?
Simplemente no veo la hora de volver nuevamente!
Muchos recuerdos especiales se quedarán conmigo, entre muchos, Tanya cuidando tan dulcemente de todas nuestras necesidades médicas, Linda mostrando su proyecto personal con el grupo, todos mis estudiantes ayudándome con el proyecto de mi familia con mucha ternura, y comer juntos en casa de Pánfilo!
Antes de regresar a Oaxaca vi a Pánfilo de nuevo. Él tenía una gran sonrisa en su rostro mientras me entregaba una caja de zapatos. Me dijo: “Es para ti. Esta es la máscara que llevé este año. Quiero que sea tuya. Cada vez que quieres hablar con tu padre úsala!”. EB