Na Verdade
Salvador de Bahía, Brasil 2013
Continuo repitiéndome taller tras taller, año cada año, y seguramente tengo que resultar aburrido y previsible, pero cuando digo, cada vez, que el taller que acabo de terminar superó todas mis expectativas, mi imaginación, es verdad: ha sido exactamente así!
Afortunadamente hay también mis estudiantes con los cuales tuve el privilegio de compartir estos intensos días que saben también lo que aconteció en estos días que nos unieron, nos hicieron más fuertes, nos permitieron ver cosas que quizá, unos días antes, nunca hubiéramos visto.
Yo simplemente los guié en lugares y gente que amo y que desde hace años regreso a fotografiar de manera circular y terca, sin un objetivo preciso excepto el profundo
deseo de fotografiarlos. Nada más.
Todavía recuerdo aquel día cuando le comuniqué a mis estudiantes que quería “perderme” por un camino que nunca había tomado antes. Colin lo definió nuestra odisea: una odisea humana extraordinaria, donde con el transcurrir de las horas habíamos conocido, vivido y compartido historias de ordinaria dureza, tristeza, dignidad, sencillez, amor y alegría.
Cuando pusimos, en silencio, ayudamos algunas personas regalando lo que teníamos dentro nuestros bolsillos; otras veces, fuimos nosotros beneficiados con un choclo de maíz asado con tanta dulzura, otra vez con unas naranjas, o unos puros que solamente las sabias manos de Agripina logran hacer con tanta delicadeza. Cuando me lo dio me llevó de inmediato a la finca de mi amigo Fidel Rodríguez. Recordé que prepararme un tabaco cubano era siempre la primera cosa que hacia. Este simple gesto me hizo entender cuanto lo extraño.
Colin, Leo, Raphael, y Tammy sacaron unas fotos muy lindas de las cuales ellos son los primeros en sorprenderse. Yo solo hice mi parte y siguiendo mi intuición dimos vueltas, les presenté algunos amigos y unas posibles situaciones fotográficas, pero cada fotografía fue sacada por cada uno de ellos.
Regresan a mi mente las palabras que Diego Mormorio escribió en presentar mi segundo libro Passing Through:” Desde diez años va donde los envían las revistas y donde no lo envía nadie. Va, porque, por cuanto la razón pueda pensar el contrario, está escrito que vaya. De su andanza es seguramente feliz. Pero también corroído por la necesidad de ver….”
Creo que esta voluntad fuera de mi voluntad sea la clave de mi fotografiar, de mis ser maestro de fotografía. Continuaba diciéndole a mis estudiantes que este taller estaba bendito, protegido de manera especial, simple y increíble, que lo sentía en el mismo momento que de repente sucedía algo imprevisible delante de nuestros ojos.
Colin, Leo, Raphael, Tammy gracias por haber estado extraordinarios compañeros de nuestra aventura y de nuestro viaje; gracias por sus consejos sinceros y generosos sobre algunas de mis fotos.
Recuerdo entre los recuerdos más entrañables: el abrazo de Colin después de haber visto las fotos panorámicas; las palabras y el llanto de Raphael mientras nos contaba de su hermanito; todas las pizzas y las cervezas y el guaraní que consumimos junto con el mítico pastel “podrido”; los momentos de risas y de solidaridad; la espera que Leo sacara al último momento una foto especial; cada vez que Tammy se echaba un litro de repelente contra los mosquitos.
Las palabras que cada uno escribió de esta experiencia, junto con las mías que están leyendo ahora, siempre serán parte de este grupo Na Verdade, siempre serán parte de nuestra vida. EB