Galería Trascending Reality
El Campo, Cuba 2004
® Frank Baudino
Ha sido mi segundo viaje a Cuba y he sentido de haberme acercado aún más a los Cubanos. Me quedé nuevamente sorprendido del calor y la generosidad de la gente. A menudo entraba en las casas y en las vidas de gente desconocidas y me brindaban comida, café y conversaciones. La vida de los Cubano se centra en el amor por la familia y por su tierra. Este amor siempre desborda y involucra también aquellos que los visitan. Nunca olvidaré estas personas que me han aceptado en sus vidas. Mi vida se enriqueció nuevamente con este viaje a Cuba. Frank Baudino
® Maureen Beitler
Cosa poder decir de Cuba que ya no haya sido dicho por muchos? Mi experiencia ahí fue breve, pero intensa. La generosidad del espíritu de la gente que tenia tan poco era infinita. He encontrado desconocidos que me han hecho entrar en sus vidas y han compartidos conmigo todo lo que tenían, aunque eran solamente pensamientos. Cuba es un lindo lugar mágico y pienso que ahí podemos encontrar aquel que estamos buscando. Para mi, he encontrado personas que devinieron amigos, aunque sea por un solo momento o una tarde. El taller con Ernesto, ha sido como visitar un amigo…hemos sacados fotos, hablado de fotografía, compartido la comida. Nos ha permitido acceder a una experiencia más intima más rápidamente. Pienso que no se pueda visitar Cuba sin sentirse cambiado por dentro, por lo meno en pequeñas partes. Cuba, para mi, ha sido un viaje por dentro…adentro de las casas de la gente, de sus vidas, pensamientos y adentro de mi misma. Ernesto afirma que en alguna manera como fotógrafos siempre somos en la búsqueda de nuestra niñez perdida. Esta frase ha tenido adentro de mi un efecto profundo, me hizo entender que por años he buscado momentos de mi familia y de la experiencia de crecer en una grande familia que, a veces, tenia muy poco, salvo la risa, las historias y las conexiones entre nosotros. Parte de todo esto lo he encontré en Cuba. Maureen Beitler
Wendy Chang
® Willard Pate
En el 2001, cuando me inscribí en mi primer taller en absoluto que Ernesto daba en Cuba, no tenia la menor idea de cosa esperarme – sea de Ernesto que de Cuba. El hecho que las imágenes incluidas en este libro sean parte de mi cuarta experiencia Ernesto / Cuba atesta que mi primer viaje fue maravilloso. Muy francamente, lo que me motivó a pagar mi primer taller fue la curiosidad con respeto a la “isla prohibida.” Aunque esperara de regresar a casa con una o dos imágenes decentes para poder enseñar, la fotografía fue meno un fin y más un medio para visitar un lugar exótico que, para así decir, era “off limits.”Tres años después, continuo a viajar a Cuba por que los talleres de Ernesto representan un desafío y me dan muchísimo. Como instructor, Ernesto me ha ayudado a crecer como fotógrafa. Sus preceptos – demasiado consciente, elementos segundarios, trascender la realidad – a parte que han sido adoptados como nombres por algunos grupos, han devenido parte de mi visión fotográfica. Siento, utilizando una expresión de Ernesto, que “La Diosa de la fotografía” me haya sonreído cuando lo he encontrado como maestro. También me siento muy feliz de la experiencia compartida con los demás fotógrafos que estaban en el taller. Generalmente somos de edades diferentes y venimos de distintas profesiones y países, pero compartimos un amor por al fotografía que comunicamos a través de nuestras imágenes aunque somos incapaces de hablar el mismo idioma. Ya se, que podré continuar a trabajar junto a Ernesto en Cuba en muchos talleres en los años venideros. Willard Pate
® Kevin Sweeney
El tiempo se ha detenido en Cuba hace algunas décadas. Hay tantas huellas del pasado que empreñan la vida cubana que parece no haber sido rozadas por el presente. Es un lugar lleno de calor y donde te sientes atado con los demás. Los cubanos tienen pocas cosas materiales, pero tienen un abundante espíritu para la vida. No importa que guardará el futuro, los cubanos continuarán a vivir la vida. Continuarán a trabajar, a jugar, a esperar y a sorprenderse. Cuando el presente llegará a la isla ciertamente tendremos un gran deseo del tiempo pasado. Mi tercer taller con Ernesto ha sido el más gratificante tanto personalmente que creativamente. He gozado de las conversaciones y de la hospitalidad de muchos maravillosos cubanos que me abrieron sus vidas. Ernesto organiza sus talleres tanto por ser nuestra guía que para hacernos explorar y experimentar. No te dirás de sacar la foto perfecta, pero como enfrentarte a una situación solo y como utilizar tu visión para atrapar el momento. A parte los recuerdos y las imágenes, siempre termino un taller con Ernesto sintiéndome listo para la próxima aventura. Kevin Sweeney
® Berndt Wandschneider
Asumiendo que todos los talleres de Ernesto en Cuba son iguales, leí el programa detallados DESPUÉS de haber reservado el taller, y me quedé ligeramente sorprendido, cuando descubrí que iba a pasar seis días en Viñales y solamente cuatro en La Habana. Habiendo vivido en una ciudad toda mi vida, generalmente prefiero fotografiar “la excitante vida de la ciudad” más bien que “el aburrido campo.” A parte esto, mi español era casi inexistente y se limitaba a pocas frases. Kevin me fue de gran ayuda durante nuestra estancia en la casa particular y Frank me introdujo a el “español para fotógrafos”, por ejemplo: “ Señor/a, puedo tirar una foto por favor?” Esta frase se reveló muy útil! Dicha con mi acento extranjero garantía casi siempre una mirada perpleja – expresiones espontáneas, intimas que nosotros los fotógrafos apreciamos mucho. Volviendo atrás, he amado el campo y me quedé fascinado por la gente que hemos encontrados. Después del taller paseé otras dos semanas viajando en Cuba que para mi es unos de los países más lindo que haya visto en mi vida. Berndt Wandschneider