A Posto
Sicilia, Italia 2005
La primera cosa que quiero decir del Grupo A Posto es que ha sido el mejor de los tres que he impartido durante la Pascua en Sicilia. ¿ Por que? Por la delicada manera de mis estudiantes de mezclarse entre si, por ayudarse mutuamente en lugar de competir uno con el otro, por aceptar sin ningún problema que unos de ellos tenían una foto más que otros en la sección final. Por haber trabajado con espíritu de abnegación como enseñan las fotos.
Durante el taller he tomado conciencia que participar en este curso significa sentirse en su lugar para poder compartir tu vida con los demás en la fascinante antigua villa a la orilla del mar. Es un poco como el show televisivo El Gran Hermano donde ponen a prueba tu habilidad de estar con otra gente ya que necesita compartir los baños, y aceptar estoicamente que el agua caliente y la calefacción a veces no funcionaban bien, por razones misteriosas que me gusta atribuir a los despectivos espíritus que habitan la casa.
No hemos permitido que ninguno de estos “problemas” crease tensión. Demasiado grande era el deseo de compartir plenamente esta experiencia que ha ido mucho más allá de un simple curso de fotografía.
Por primera vez desde la creación de los talleres BazanPhotos, he tenido el privilegio de tener entre mis estudiantes otro maestro. A parte de su conocimiento y experiencia, Frank trajo consigo la humildad que solamente las personas especiales tienen. Tanto los estudiantes como yo disfrutamos muchos de sus comentarios y anécdotas divertidas que a menudo nos contaba.
Entre más continuo a fotografiar las conmovedoras procesiones en mi tierra natal más entiendo como acercarme a mis sujetos. Gracias a esto, logro traspasar la experiencia a mis estudiantes.
También durante el taller vivimos también momentos divertidos como cuando Dorine decidió cargar el altar durante la procesión de Trapani.
Quedé tan impresionado e inspirado con su gesto que hice lo mismo el sábado por la mañana cuando los cargadores estaban cansados y lo necesitaban más. Dorine ha logrado captar el momento como pueden ver.
Otra cosa divertida fue descubrir la innata capacidad cómica de Bob que muy a menudo nos hizo morir de la risa. Aún me río cuando pienso en él y Mario juntos.
El taller fue la justa combinación de una experiencia fotográfica y cultural sin mencionar la increíble cocina siciliana y sus fantásticos dulces.
El ultimo día del taller tuvimos el honor de participar y fotografiar la boda de mis queridos amigos Domenico y Fiorella. No creo que hubiéramos podido encontrar una mejor manera de terminar estos diez días memorables. A Posto. Camminare. EB