Galería Reecountering Pepe
Iquitos, Perú 2012
® Linda Kay Myers
El taller de mayo en Iquitos ha sido mi segundo taller ahí y debo decir que adoro fotografiar en esta ciudad. La encuentro un lugar vibrante y exótico, donde viven animales tropicales como monos y manatí y plantas y flores muy coloridas. Me gustó mucho el viaje en barco por la orilla del rio Amazona que es mucho más grande del rio Mississippi cerca de donde vivo.
La gente es súper amable y adora ser fotografiada. Nos contaron historias espeluznantes sobre la crecida del rio y como la gente logró sobrevivir esta catástrofe. Si tengo suerte, espero de poder regresar otra vez tarde o temprano. Linda Kay Myers
® Nilo Rebecchi
Los días transcurridos con Ernesto, Linda y Willard fueron una aventura extraordinaria y intensa.
Había escogido Iquitos para mi primer taller “verdadero” con Ernesto porque quedé fascinado con la idea de una ciudad fronteriza, inmergida en la foresta amazónica, crecida a la orilla del rio, lejana de todo.
La realidad se reveló mucho más interesante de lo que me hubiera imaginado. Iquitos mezcla una naturaleza de infinita belleza e situaciones de profunda pobreza. Aquí todo es inmenso: el cielo, la floresta, el rio y por muchísima gente: la falta de recursos materiales. Fue una gran enseñanza observar estas personas, muy a menudo sin hogar que lograban mantener un decoro espontáneo, criando con dedicación sus hijitos, viviendo en perfecta armonía con su entorno natural. Gente que no hesita en darnos la bienvenidas y en dejarse fotografiar. Pienso en nuestra guia, que vive en una pequeña choza flotante con su esposa y sus tres hijos y sus animales y solo estudia el ingles en un único libro donado por un viajero; pienso en una mujer que vive en una casucha de pilotes, aún totalmente mojada por la subida del rio, con su hijo enfermo de epilepsia y que para ganarse la vida cuida los niños de sus vecinos: en una pared había escrito con tiza “Cristo te ama”.
Fue una experiencia totalizante. Por nueve días fotografiamos, miramos muchas fotografías y reflejamos sobre la fotografía. Tuve la suerte de encararme con muchas dificultades, que me hicieron reflexionar sobre muchos de mis prejuicios y me dieron la oportunidad de experimentar hasta donde llega mi deseo de fotografiar.
Se dice que la mejor manera para aprender es entregarse a un maestro. Ernesto es un gran maestro. Descubre lugares y situaciones extraordinarias, y con naturaleza las comparte contigo, te guia y con delicadeza te da la impresión que las fotos que sacas son tuyas. Nilo Rebecchi
® Willard Pate
Después de 11 años y 23 talleres con Ernesto la mayoría de las cosas que dice sobra la fotografía se han quedado grabadas dentro de mi. Ahora con algunas copias fotográficas del taller de Iquitos delante de mi, mientras escribo estos comentarios, continuo pensando cuanto tenga razón cuando me dice: “Regresa a los mismos lugares.” Después de este segundo viaje, creo de sentir mucho más la vida cotidiana de esto lugar fluvial en constante movimiento. Seguramente continuo sintiendo un forastero, y siempre lo seré, pero con un poco de suerte estas fotografías representan el comienzo de esta nueva percepción de la impresionante variedad de la vida humana y animal que se ovilla delante de nosotros en los puertos y a lo largo de la orilla de los ríos en esta ciudad caótica y en las zonas fluviales circunstantes.
Con el pasar del tiempo, tanto yo como los demás estudiantes de Ernesto hemos utilizado estos comentarios para hablar de como su enseñanza haya impactado (y hasta cambiado) nuestra manera de fotografiar. Quizá lo que no analizamos lo suficiente es que una parte de su docencia consiste en meternos en situaciones que requieren que prestamos atención a los matices de una cultura.
Fotografiar junto a Ernesto implica ir más allá de la superficie, de los clichés que satisfagan muchos maestros de fotografías, en búsqueda de algo difícilmente definible, pero seguramente reconocible las raras veces que logramos atraparlo: esta capacidad de capturar la esencia de la vida de un especifico grupo de ser humanos en una particular situación cultural. Pienso que sea por esta razón que he participado a muchos de los talleres de Ernesto y el motivo por el cual se lo aconsejo a todos aquellos que querían mejorar sus propias capacidades fotográficas mucho más allá de los conocimientos técnicos. Ernesto nos da la oportunidad de utilizar nuestras cameras fotográficas y nuestros ojos para poder desarrollar una visión, no solamente para retratar la superficie de la realidad. Willard Pate